Skip to main content
18 Diciembre 2023

EXPEDICIÓN GLASKOGEN 2023 – SUECIA

Expedición Glaskogen

Tras una satisfactoria temporada de rafting en verano y un viaje exprés al corazón de Pirineos para descender un buen tramo del río Ésera, llega la hora de embarcarse en otra gran aventura siendo finales ya de septiembre. Esta vez toca un viaje introspectivo, donde el componente deportivo queda reducido a palear en canoa por aguas tranquilas, siendo el objetivo principal la pesca.

Expedición Glaskogen

En este viaje visitamos la Reserva Natural de Glaskogen, en el centro-oeste de Suecia, donde bosques y lagos infinitos abarcan hasta donde la vista alcanza. Previamente hay que solicitar correspondientes permisos y licencias para pescar.

Alquilamos un SUV en el Aeropuerto de Oslo en Noruega y nos ponemos rumbo a Suecia. En lugar de hacer compra en el mismo Oslo o cercanías para abastecernos durante los próximos 5-6 días que durará la expedición, nos arriesgamos adentrándonos en lo más profundo de los bosques de Suecia, por carreteras que dejan de serlo para convertirse en cómodos o incómodos caminos. Vislumbramos de vez en cuando zonas de tala controlada, donde sus maderas seguramente acaben en los almacenes de IKEA. Por fin paramos en un pequeño pueblo con tiendas para hacer las compras oportunas.

Ya de noche llegamos a la pequeña casita que teníamos alquilada, desde donde comenzaríamos al día siguiente nuestra aventura en el mítico Lago “Stora Gla”. Por la mañana recogemos las 2 canoas que tenemos alquiladas, estibamos todo el material en ellas y nos ponemos manos a la obra.

Store Gla

Palear en canoa cambia las reglas del juego, pues ahora se ha de usar pala de una sola hoja, en logar de doble como en el kayak, por lo que hay que tirar de habilidades y recursos adquiridos durante años de guía de rafting, a la vez que te compenetras con el compañero. Enseguida vamos dominando estas bestias aluminizadas, ligeras como la pluma y nobles como las mismas aguas que surcamos. Entre medias algunos lances infructuosos con la caña. Algún afortunado pesca alguna perca que devuelve al agua.

En eso, llegamos al primer campamento, el oasis de las expediciones, pues se trata de un refugio de 3 paredes, suelo y techo, todo de madera, junto a unos cómodos bancos rodeando la zona hoguera, la cual incluye trípode de hierro y soporte colgante para poner cualquier tipo de cazo para cocinar. No muy lejos la zona de leña, donde hay que escoger la más seca. Años de avance en este tipo de turismo nos aventajan, pues no se trata de un refugio aislado, sino que se trata de una serie de circuitos con refugios esparcidos alrededor de los lagos y de todo el país, donde la gente puede planear un viaje cómodamente de varios días en autosuficiencia.

20230919 191634

Y así suceden los próximos 5 días, con campamentos similares, algún lucio despistado que pica nuestros señuelos de vez en cuando acabando en nuestro paladar, algún chubasco ligero, algún porteo con las ruedas portantes de las canoas para cambiar de lago, sitios de ensueño...y mucha introspección y aprendizaje en el mundo de la pesca. Más de 50 km recorridos en canoa, atravesando lagos inmensos rodeados de bosque, cañones estrechos, nenúfares, turberas flotantes…todo un ecosistema natural, en el que pudimos pescar percas y lucios, así como avistar urogallos, macroinvertebrados varios, colimbos árticos (que tantos cantos nos dieron), coger y comer arándanos, boletus, níscalos… toda una joya de patrimonio natural.

IMG 20230927 WA0015

Pero, tras una infructuosa búsqueda y cruzarnos con pescadores belgas profesionales que están en peor situación que nosotros: no se pesca apenas nada, decidimos cambiar de escenario y marchar a las costas accidentadas del sureste de Noruega, para probar suertes en el mar Báltico durante un par de días. Allí la geografía es aterradoramente espectacular y bella, cruzando de isla en isla a través de carreteras a nivel del mar, puentes elevados o túneles por debajo del mar…impresionante. Logramos pescar algunas caballas, infinitamente más sabrosas y aceitosas que los insípidos lucios, un pequeño bacalao y un pequeño carbonero que fueron devueltos al mar.

20230921 161334

Ya de camino a Oslo, decidimos coger un ferry, con SUV incluido, para atravesar el Fiordo de Oslo de Oeste a Este, donde avistamos varios Eideres comunes (pato marino que en el pasado su pluma era codiciada para las ropas de abrigo y dio origen al “edredón”). Una vez en Oslo no pudo faltar la visita al emblemático Museo del Fram, navío noruego de 1892 creado exclusivamente para la exploración polar que tantas alegrías nos ha dado con las lecturas de los libros de “caballerías” que hay sobre él. Tanto “viajamos” en este barco-museo, pasando varias horas en él, que lamentablemente no nos quedaron energías ni tiempo para visitar el vecino Museo de Kon-Tiki, dedicado a la mítica expedición de 1947 en balsa de madera, atravesando el Pacífico desde el Perú hasta La Polinesia. Motivo para volver.

20230923 112943

Y tras los últimos paseos, tanto por el centro de Oslo, como por el lago y bonitos jardines de Bogstad, donde nos alojábamos, llega el momento de quitarse el velo de turista y volver a la realidad, donde toca despedirnos hasta el próximo viaje, donde seguiremos sorprendiéndonos y apasionándonos por todo lo que nos rodea tanto como lo hemos hecho en éste.

20230922 180858

 

RESERVAR
¡¡REGALAR!!